Las pequeñas partículas o nubes que se mueven en el campo de la visión cuando se mira hacia una pared desocupada, o hacia el cielo azul, se conocen como manchas flotantes. La mayoría de las personas experimentan esta condición, pero no lo notan hasta que las manchas son numerosas, o más prominentes.
En la mayoría de los casos, las manchas flotantes son parte del proceso natural de envejecimiento. Las manchas flotantes se parecen a las telarañas, líneas ilegibles o insectos flotantes que parecen estar en frente del ojo, pero en realidad se encuentran flotando en su interior. A medida que envejecemos, el vítreo (la sustancia gelatinosa transparente que llena el interior del ojo), tiende a encogerse un poco y a desprenderse de la retina, formando acumulaciones de tejidos dentro del ojo. Lo que en realidad vemos es la sombra de dichas acumulaciones proyectadas hacia la retina, que es la membrana interior que cubre el fondo del ojo y recibe la luz, permitiendo que usted vea.
La aparición de centelleos proviene de la tracción del vítreo sobre la retina cuando se separan. Estos centelleos se parecen a dichos producidos por una estrella o un rayo de luz. Usted puede haber experimentado la misma sensación si ha sido golpeado(a) en el ojo y ve estrellas.
Las manchas flotantes ocasionalmente pueden impedir una visión clara durante la lectura. Cuando esto ocurra, intente mirar hacia arriba y hacia abajo para cambiar la posición de las manchas. Algunas pueden permanecer, pero muchas otras desaparecerán con el tiempo.
Las manchas flotantes y los centelleos son relacionados con desgarramientos de la retina. Cuando el vítreo se encoge y tira de la retina, esto puede causar un desgarramiento. Tener una retina desgarrada es un problema serio que puede conducir a su desprendimiento, y puede causar ceguera. Si las manchas flotantes aparecen súbitamente, o usted ve centelleos de repente, vea a su oftalmólogo (Medico de ojos) inmediatamente.
(c) 2007 The American Academy of Ophthalmology